La actividad económica revirtió parte de la caída que experimentó en 2024 y evidencia señales de repunte. Sin embargo, el empleo privado y público formal no parece darse por aludido.
Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en marzo se perdieron más de 7.000 trabajos. Esto hace que, a lo largo de la era Milei, la destrucción laboral supera largamente los 100.000.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) muestra que en el tercer mes del año se extinguieron 7.310 empleos asalariados formales.. Desde noviembre de 2023, el número asciende a 115.353. Hasta agosto de 2023, el empleo registrado venía en ascenso durante 37 meses consecutivos. Esa racha se cortó en septiembre, en el marco de la incertidumbre electoral.
La economía crece y el empleo se estanca
Con la llegada de la administración libertaria, la tendencia bajista se profundizó debido a la contracción de la actividad económica. Desde agosto de 2024, la evolución del empleo fue errática, con meses de suba intercalados con otros de caída. Sin embargo, incluso cuando la actividad económica comenzó a mostrar signos positivos, el empleo no respondió en la misma dirección.En noviembre de 2024 y enero de 2025, la economía registró crecimientos intermensuales desestacionalizados de 0,9% y 0,5% respectivamente, pero las cifras laborales siguieron cayendo. La excepción se produjo en en febrero pasado, cuando tanto la actividad como el empleo crecieron. En marzo, ambas variables volvieron a contraerse, con un retroceso de 1,8% en la actividad, acompañada por una nueva merma laboral.
El director Planificación Productiva de Fundar, Daniel Schteingart, subrayó esta desconexión al afirmar que “la reactivación económica de los últimos meses no vino acompañada de nuevos puestos de trabajo”. Tras el desplome del primer semestre, explicó, el trabajo privado formal “se estabilizó, pero sin generar una recuperación significativa”.
A esto se suma que ni siquiera el impulso de sectores energéticos vitales como Vaca Muerta o el litio fue suficiente para sostener los niveles de ocupación en petróleo y minería, que perdieron casi 3.000 puestos en el período analizado.
Evolución del empleo por sectores y provincias
En cuanto a los sectores más golpeados, la construcción es responsable de más de la mitad de los puestos perdidos desde diciembre. En efecto, 61.956 empleos se destruyeron en este rubro, lo que representa el 53,7% del total, en el marco de la decisión política de paralizar por completo la obra pública.La industria manufacturera también exhibió una merma significativa, con 4.162 trabajos menos en marzo. Mientras tanto, la agricultura, ganadería, caza y silvicultura retrocedió en 2.088 trabajadores, y la enseñanza, en 1.185.
En contraste, solo unos pocos sectores mostraron algún nivel de crecimiento: comercio sumó 1.871 puestos, seguido por hoteles y restaurantes (+1.696) y servicios comunitarios, sociales y personales (+743). No obstante, estas subas son modestas en comparación con el total perdido, y no alcanzan a revertir la tendencia general.
A nivel provincial, la destrucción del empleo arroja disparidades. En marzo, 14 de las 24 jurisdicciones perdieron puestos de trabajo, siendo Salta (-1.810), Santa Cruz (-1.277) y Córdoba (-1.095) las más afectadas. Por el contrario, entre las provincias que sí lograron generar empleo, se destacan Buenos Aires (+660), Santa Fe (+333) y Formosa (+153).
Aun así, el panorama general es preocupante: el 79,2% de las jurisdicciones tuvo caídas en el empleo desde la llegada de Milei al poder. La situación más extrema se registra en La Rioja, donde la pérdida alcanzó el 11,8% de los empleos privados formales.
Fuente: Perfil