Tras los allanamientos realizados la semana pasada a la ex responsable de Comedores Escolares de Concordia, Silvina Murúa, y a dos distribuidoras de alimentos por supuesto desfalco de fondos destinados a comedores escolares, apareció en un medio periodístico local un listado de no menos de 30 escuelas que eran abastecidas por esos proveedores que quedaron en una especie de estado “bajo sospecha”.
Marina Sánchez Kremer, rectora de la escuela secundaria N° 22 “Mariano Moreno”, expresó esta mañana a DIARIOJUNIO que los integrantes del Consejo de Rectores de Escuelas Secundarias firmaron una carta pública donde manifiestan su postura ante la mención de esos establecimientos escolares dejándolos en una situación incómoda. “Al ver el nombre de nuestras instituciones en un listado de sospechados de malversación de fondos, alzamos nuestra voz y decimos que la documentación está abierta a la consulta popular de los papás o de los vecinos que quieran interiorizarse”, expresó. La rectora expuso que venían sufriendo “aprietes” para entregar las tarjetas Sidecreer sin ninguna resolución respaldatoria que acredite la necesidad de cederlas a “tarjeteros”: se trata de persona externas a las instituciones que desplazaban a los directivos escolares. También le sugirieron que cambiasen de proveedor. Kremer aseguró que no cambió ni cedió su tarjeta pero otros rectores cedieron por cansancio ante la insistencia de los pedidos.
Kremer sostuvo que no se aclara si son escuelas primarias o secundarias las que figuran en el listado. Además, remarcó que el trabajo que realizan los rectores es ad honorem. Y consiste en tener a su cargo la tarjeta Sidecreer con la que se abastece el comedor. “Este dinero que viene para la copa de leche o los comedores o el RAN (Refuerzo Alimentario Nacional) no pertenece al Ministerio de Educación sino a lo que era el Ministerio de Desarrollo Social. Hoy todos integramos el Ministerio de Capital Humano que agrupa a dos estamentos que antes estaban separados”, explicó.
La tarjeta asigna -de acuerdo a la cantidad de estudiantes menores de 17 años que se debe informar a través del sistema y que el CGE debe corroborar- un determinado monto que tienen que utilizar para comprar los alimentos que sirven en el comedor o, en el caso de la secundaria, para la copa de leche.
La rectora aclaró que los supervisores de comedores les pedían mañana, tarde y noche que entregasen las tarjetas y les indicaban que todo lo que estaban haciendo “estaba mal”. “A través de estas maniobras hacia que los colegas terminen diciendo ‘bueno está bien, entrego mi tarjeta’”, remarcó. “La verdad es que en Mariano Moreno yo me negué. Aquí no tenemos tarjeteros. La tarjeta continúa a mi nombre. Yo firme en solidaridad con otros colegas. Conozco la situación. Aquí también han venido para estas maniobras o para decirme que cambie de proveedor”, dijo. También rechazó ese convite. Kremer dijo que trabajan con un proveedor de la ciudad desde hace muchos años. “El dato que me traían, que era más barata la leche, nosotros la conseguimos más barato”, añadió. Por ese motivo, se negó a cambiar de proveedor.
Una vez que accedían, comenzaban los problemas. “Vos no podes acceder al menú: perdés el control absolutamente”, expresó. A su vez, sostuvo que no solo perdían el control de lo que se servía sino tampoco accedían a la rendición. “Tiene que estar todo documentado con las facturas oficiales claramente”, sostuvo. Incluso, en las rendiciones de la copa de leche se les solicita que haya dos padres dispuestos a dar fe de que se les entrega el refrigerio a sus hijos. “La mayoría de los rectores es, cada mes, pedirles a papás diferentes para que quede claro que los chicos de la mañana comen y los chicos de la tarde tienen su merienda”.
La mujer remarcó que en la mayoría de las escuelas, el mobiliario que se utiliza es de la escuela: mesas, heladeras, freezers, cubiertos, etc. “Comedores no pone más que la mano de obra y el dinero”, expresó. ”Nosotros les cedemos espacios, les cedemos un montón de cosas de la escuela y sentir que te exponen, sin aclarar los nombres de las escuelas, no sé si es ensuciar pero no cuidan, no reconocen el trabajo que hacemos ad honorem para que los chicos puedan tener su vaso de leche o su factura o su pan con queso”, dijo. La rectora aclaró que el dinero que llega tampoco es una «cantidad exorbitante» que les permita hacer un sándwich con ingredientes más elaborados.
“Rinde cada vez menos. La situación está cada vez más difícil, sobre todo en las escuelas de la periferia. Nuestros chicos no toman un solo vaso de leche, toman tres o cuatro y se comen tres o cuatro pan con queso”, dijo. Especialmente los lunes ya que “es la primera comida sólida” que tienen tras el fin de semana. “Les damos fruta por lo menos, dos veces a la semana para que los chícos puedan tener un refuerzo en vitaminas”, dijo.
En la Mariano Moreno le sirven la merienda a 350 chicos ya que llega dinero para esa cantidad aunque en realidad son 450 alumnos por lo que deben estirar el presupuesto para que alcance para todos. Pero solo cuentan con una cocina hogareña para esa tarea. Por ello, desde el año pasado esperan la entrega de un horno pizzero que fue comprometido.
Por último, la rectora sostuvo que, en nombre de sus colegas, están todos esperando que las autoridades judiciales les soliciten la documentación. “Creo que en una investigación se debe solicitar vía legal. Supongo que en los próximos días eso irá dándose curso”, expresó. “Lo que nos duele es que salgan expuestos así como maniobra evasiva, en realidad no sé con qué objetivo, un listado de escuelas en las que ni siquiera se aclara si es primaria o secundaria. Aquí tenemos dos, la primaria elige su proveedor y nosotros elegimos el nuestro”, sostuvo.
La carta de los rectores
Ante la información que circula sobre la investigación en curso respecto a los Comedores Escolares del Departamento Concordia y el desempeño de la Sra. Silvina Murúa como Coordinadora, queremos realizar algunas aclaraciones con respaldo normativo y administrativo. Desde que la Sra. Silvina Murúa asumió la Coordinación de Comedores Escolares, se inició un proceso de retiro de tarjetas Sidecreer a los directivos escolares, para ser entregadas a personas designadas como “tarjeteros”, sin mediar irregularidades previas ni resolución administrativa que lo justifique. Esta práctica vulnera el espíritu del sistema descentralizado de administración de comedores escolares, establecido por el Ministerio de Desarrollo Humano de Entre Ríos, que asigna a cada establecimiento educativo la responsabilidad de gestionar los fondos mediante la tarjeta Sidecreer. Al verse despojados de las tarjetas muchos directivos han presentado los reclamos y quejas correspondientes a sus superiores sin recibir respuestas ni revertir la situación.
La situación de desplazar a los directivos por “tarjeteros” es inédita, no se ve respaldada por ninguna normativa vigente, y por el contrario desconoce o tergiversa lo expresado en ella. Desde el Convenio Marco firmado entre el Ministerio de Desarrollo Social (hoy Capital Humano) y el Consejo General de Educación firmado en 2022 sobre el funcionamiento de los comedores escolares se expresa “El personal directivo de cada establecimiento educativo tendrá a su cargo la administración de los bienes y recursos financieros asignados por el Estado Provincial al servicio.”
Consecuencias de esta medida:
Los directivos perdieron el control sobre el uso de los fondos públicos asignados.
Se les impidió decidir sobre el menú, proveedores y personal del comedor.
En algunos casos, se les prohibió el ingreso a la cocina escolar, lo que contradice el rol institucional que históricamente han cumplido.
Normativa vigente ignorada: La Resolución N.º 267/2025 del Ministerio de Desarrollo Humano, que instruye una información sumaria por irregularidades detectadas en 37 escuelas de Concordia, no contempla la figura de “tarjetero” como cargo formal ni habilita el desplazamiento de directivos sin causa justificada. Por el contrario, dicha resolución busca precisar responsabilidades administrativas y patrimoniales ante un presunto desvío de más de $100 millones de pesos.
Sobre la gestión de la Sra. Silvina Murúa: Lejos de resolver los problemas estructurales que afectan a los comedores escolares —como la falta de personal, conflictos gremiales y deficiencias logísticas—, su gestión introdujo nuevas irregularidades:
Cambios compulsivos de proveedores.
Presuntos sobreprecios y facturación inflada.
Falta de rendiciones claras y documentación respaldatoria.
Situación del personal de cocina con fueros gremiales: Otro aspecto crítico es el manejo del personal de cocina que posee fuero gremial, quienes se consideran inamovibles por contar con una protección especial establecida en la Ley de Asociaciones Sindicales N.º 23.551. Esta normativa garantiza que los delegados gremiales y trabajadores con fueros no pueden ser trasladados, despedidos ni modificados en sus condiciones laborales sin autorización judicial. Sin embargo, en la práctica, esta protección ha sido utilizada como escudo para evitar cualquier tipo de reorganización o mejora en el funcionamiento de los comedores, generando tensiones con los directivos que no tienen potestad para intervenir ante situaciones de incumplimiento o falta de colaboración.
Nuestro compromiso: Los directivos escolares hemos asumido históricamente la gestión de los comedores sin beneficios personales, por convicción pedagógica y compromiso social. Reivindicamos el principio de que “con hambre no se puede pensar”, y exigimos que se respete nuestra idoneidad profesional y el marco normativo vigente.
Solicitamos que se garantice la transparencia en el uso de los recursos públicos, se restituya la administración descentralizada a los establecimientos educativos, y se investigue con rigor cualquier accionar que haya vulnerado los derechos de nuestros estudiantes.
Fuente: Diario junio de Concordia