Fm 95.7 Sonido de Esperanza
En medio de la crisis económica, el Senado aprobó una nueva paritaria para los trabajadores legislativos que impactará de lleno en los sueldos de los senadores.
A partir de noviembre, las dietas pasarán a superar los $10,2 millones brutos, cifra que volvió a encender la polémica sobre los privilegios de la política frente a la realidad de millones de argentinos.
El aumento se debe al sistema de “enganche” salarial aprobado en abril, que fija la dieta en 4.000 módulos. Con las subas recientes, cada módulo alcanzará los $2.554, llevando el total a más de $10 millones antes de descuentos. Mientras tanto, un trabajador legislativo de menor rango cobrará alrededor de $653.000, lo que expone una fuerte brecha dentro del propio Congreso.
El tema no es nuevo: en junio, cuando los senadores ya habían llegado a $9,5 millones, algunos bloques como LLA, el Pro y la UCR rechazaron el aumento, aunque la mayoría del kirchnerismo lo aceptó. Victoria Villarruel, vicepresidenta del Senado, se desligó firmando una resolución para que cada legislador decidiera individualmente. Sin embargo, la falta de acuerdo para congelar las dietas volvió a dejar la discusión abierta y alimenta las críticas a la llamada “casta política”.
